¿Cómo limpiar el calzado de comunión?

A medida que se acerca la temporada de comuniones, una de las preguntas que más nos hacemos es qué zapatos escoger para el gran día de nuestros hijos. Sin embargo, una vez pasada esa fecha tan icónica, surge otra cuestión casi aún más importante que la anterior, y es qué hacer y cómo limpiar los zapatos de comunión una vez terminado el evento. Hace años, era bastante común que los zapatos de comunión tuvieran un único uso, pero a día de hoy, es una idea que ha quedado obsoleta, ya que se les puede dar mucho más uso.

Sin embargo, tras ese primer uso, con ceremonia y banquete incluidos, el calzado no queda todo lo limpio que nos gustaría, y para que se pueda volverá utilizar, queremos que quede tan reluciente como al principio. Por ello, en OKAA te vamos a dar unos consejos, para que puedas darle tantos usos como quieras a ese calzado tan especial.

Material del calzado

Antes de entrar a cómo debemos limpiar los zapatos, es muy importante conocer de qué material están hechos. Aunque lo más clásico son los zapatos de piel, otro tipo de tejidos se ha ido haciendo un hueco en el mercado, dejándonos muchas opciones entre las que elegir, y cada una con distintos métodos de limpieza.

Zapatos de piel

Vamos a empezar por la tipología de calzado más clásica en una comunión, las bailarinas y los mocasines de piel. Para comenzar, debemos eliminar la suciedad que puedan tener, utilizando un paño seco en primer lugar y un paño húmedo, que esté muy bien escurrido a continuación. Una vez dado este paso, debemos dejarlos secar antes de proseguir.

Lo siguiente que debemos hacer es hidratar el calzado con una crema incolora y neutra. Si por algún casual, los zapatos de piel se hubieran rozado por algún sitio, utilizaremos en esa parte dañada una crema neutra del mismo color que el calzado. Para terminar, frotaremos los zapatos con un cepillo o un paño de algodón por todo su exterior hasta que logremos conseguir el brillo natural que los haga parecer nuevos.

Zapatos de serraje

El serrajees  otro de los grandes clásicos en los zapatos de comunión, sobre todo en losde los chicos. Su limpieza es mucho más sencilla de lo que puede parecer. Paratener nuestros zapatos listos, basta con frotarlos bien con un paño humedecidoligeramente, y a continuación cepillarlos con un cepillo de zapatos que estéenvuelto en una media desgastada. Debemoscepillar de manera uniforme toda la superficie.

Limpieza de zapatos de charol

Bien es cierto que el charol no suele ser de los materiales elegidos por los protagonistas de las comuniones en su gran día, pero sí que es una opción muy usada por los asistentes al evento. De hecho, rara es una comunión en la que alguno de los asistentes no porte, por ejemplo, unas merceditas de charol. Para su limpieza, primero quitaremos cualquier resto de polvo con un paño suave para a continuación limpiar con mucha delicadeza la superficie con un trapo, agua y jabón. Una vez hecho esto, quitaremos todo el jabón  y lo dejaremos secar bien, para después frotar con un paño suave aplicando poco a poco un producto específico para la limpieza del charol. En nuestro post puedes consultar todos los detalles sobre cómo limpiar los zapatos de charol

Calzado de lona

La comodidad y frescura que aporta la lona también ha entrado de lleno en el terreno de los calzados de comunión, y ahora, existen una gran cantidad de calzados hechos con este material, que además, nos viene perfecto para usarlo durante toda la temporada.

Para limpiarlo, tenemos dos opciones distintas. La primera es hacerlo en la lavadora, usando para ello un programa de agua fría, de lavado corto y de centrifugado suave. El problema que nos presenta esta opción es que poco a poco se va desgastando el calzado, por lo que no es muy recomendable hacerlo en muchas ocasiones.

La otra opción que tenemos es hacerlo a mano. Para ello, primero debemos sacudir bien el calzado de lona para quitar el polvo y cualquier resto de suciedad que haya. Después utilizaremos un cepillo de cerdas suaves para terminar de quitar los restos de suciedad. Una vez hecho esto, limpiaremos las lonas con una esponja mojada en una mezcla de agua, jabón neutro y un poco de bicarbonato sódico. Es importante que frotemos con más fuerza en las zonas donde haya alguna mancha o resto de suciedad. Para terminar, quitamos cualquier resto de esta mezcla con un trapo y meteremos papel de periódico en el interior del zapato para que no pierda su forma original. Solo nos quedaría dejar que se sequen a la sombra.

Una vez vistos los distintos métodos de limpieza, en OKAA te ofrecemos una amplia gama de zapatos de comunión, tanto para niño como para niña. Elige los que mejor le vengan a tus hijos y gracias a estos consejos, dale todos los usos que quieras a un calzado más que especial.